1. INTRODUCCIÓN.
Muchas veces hablamos de sentimientos, de emociones, de cómo poder dominar nuestras emociones y sentimientos. Pero ¿se pueden dominar? También usamos la palabra “afecto”, decimos “Juan es una persona afectiva”. Y hay una palabra que parece no tener relación con los sentimientos, las emociones y los afectos, que es “inteligencia” que la usamos mucho en los centros educativos. ¿Tienen relación dichas palabras o son cosas distintas?
2. LA INTELIGENCIA EMOCIONAL.
Es la capacidad que tienen las personas para percibir, valorar, expresar y regular sus emociones y sentimientos. Existen numerosas “inteligencias”, entre ellas la musical, la espacial, la cinestésica (inteligencia referida al movimiento), la social, etc. La llamada inteligencia abstracta (la del cociente intelectual CI) se ocupa de la información lingüística, numérica, del razonamiento, la memoria, la atención...La inteligencia emocional es la encargada de procesar la información disponible sobre el mundo de los afectos.
La inteligencia emocional se hace visible a través de las habilidades concretas que desarrollan las personas. Por ejemplo: saber identificar las emociones y los sentimientos, disponer de un amplio vocabulario emocional, pensar afectos positivos, tranquilizarse, controlar el enfado, pensar de modo alternativo, calmar a los demás, etc.
3. EMOCIONES Y SENTIMIENTOS.
Más que inteligencia emocional deberíamos denominarla, con mayor precisión, inteligencia afectiva, ya que la palabra “afecto” en el mundo de las emociones significa “lo que nos impacta, lo que nos afecta, lo que produce en nosotros y nosotras reacciones”.
De este modo, podemos distinguir entre una emoción (reacción del organismo rápida, brusca, de breve duración y con gran alteración de nuestro cuerpo, por ejemplo: alegría, tristeza, miedo, enfado, sorpresa y asco, que son las emociones básicas) y un sentimiento, que es la parte cognitiva de la emoción, es decir, cuando pensamos y reflexionamos sobre la emoción que estamos teniendo. Los estados de ánimo son un conjunto de sentimientos de la misma familia emocional.
4. ¿CÓMO SE PRODUCEN LAS EMOCIONES?
Tres son las fuentes que producen emociones.
Las circunstancias (las cosas que nos ocurren)
Los agentes (personas o animales) cuando actúan (hacen o dicen algo)
Los objetos por sus características o cualidades ( nos gustan o disgustan)
A partir de estos estímulos, nuestro cuerpo reacciona inicialmente con escasa consciencia manifestando una u otra emoción según cause placer o displacer, sea positiva o negativa. Cuando “interpretamos” lo que nos está emocionando, lo hacemos según el temperamento (componente biológico heredado) y la personalidad de cada uno y también de nuestros valores, nuestras creencias y otros aspectos personales y sociales. Y, en función de ello, nos “sentimentalizamos” de un modo u otro. En estas reacciones interviene una parte del cerebro denominada sistema límbico que es la sede de las emociones con escasa conciencia, mientras que el neocórtex prefrontal es la responsable de la emocionalidad inteligente.
5. ¿CÓMO SE PERCIBEN Y EXPRESAN LAS EMOCIONES?
Reconocer las emociones básicas de la alegría, tristeza, enfado, miedo, sorpresa y asco es relativamente fácil. Son universales en su modo de expresión facial. Sin embargo, para reconocer los sentimientos como desánimo, desazón, desaliento, incertidumbre, satisfacción, orgullo, indignación, abatimiento, ilusión, etc., necesitamos prestar mucha atención a las palabras que los demás nos expresan y a sus gestos o señales no verbales.
6. ¿FACILITAN LAS EMOCIONES EL PENSAMIENTO?
Algunas emociones, como la alegría, y sentimientos como el sosiego, la tranquilidad, la serenidad, la complacencia, el entusiasmo, entre otros muchos, son afectos que permiten que nuestro razonamiento sea más objetivo, que podamos atender y memorizar mejor. En suma, la emoción al servicio del pensamiento es una de las habilidades de la inteligencia emocional. Si somos capaces de cambiar un estado de ánimo de inquietud por otro de calma, podremos pensar más razonadamente sobre lo que nos sucede.
Los pensamientos constituyen la parte cognitiva de las emociones que tenemos. En nosotros mismos los podemos identificar bien si pretendemos reflexionar y ser conscientes de lo que nos ocurre, y de lo que sentimos. En los demás, resulta más complicado. Será necesario verbalizar y expresar claramente los pensamientos para poder conocer qué sentimientos tienen las personas con las que nos relacionamos.
7. ¿CÓMO SE REGULAN LAS EMOCIONES?
Podemos alegrarnos, enfadarnos, entristecernos y asustarnos. Regular las emociones no significa inhibir su expresión, sino que implica disponer de recursos o estrategias de afrontamiento que nos permitan dar respuesta a esta pregunta: ¿Qué hago yo con esta emoción que me produce malestar personal?
Podemos cambiar el modo de pensar para emocionarnos de modo distinto.
Podemos pensar en experiencias personales que nos han producido estados de ánimo positivo para mejorar nuestro optimismo.
Podemos relajarnos para sentir más sosiego.
Podemos centrarnos en el análisis de la situación conflictiva para buscar la mejor solución posible y así sentirnos emocionalmente mejor.
Existen varias estrategias positivas para afrontar las situaciones y las emociones que nos provocan malestar personal:
Analizar las causas del problema que es el causante de la emoción negativa, las autoinstrucciones (hablarse a sí mismo: “Esto no podrá conmigo”, “He de ser fuerte”, “No podrá conmigo esta ansiedad, he de controlarla”)
Pensar de modo distinto, de modo alternativo.
Buscar la ayuda de otras personas (proceso de empatía).
El humor (empleo de comentarios que producen risa en uno mismo y/o en los demás).
Etc.
8. LAS EMOCIONES EN LA FAMILIA.
Las emociones y los sentimientos van asociados a las vivencias cotidianas de la vida diaria en el seno de la familia. Las relaciones entre hermanos y hermanas y con los padres y madres pueden dar lugar a ciertos conflictos, problemas y dificultades que ocasionan malestar emocional. Si estas emociones se expresan, se comunican y se ponen en común, se aprende a “hablar de las emociones” que es un procedimiento fundamental para tener claridad sobre los que nos pasa, los motivos, las consecuencias de nuestro comportamiento. Cuando hay una buena comunicación emocional en la familia se solucionan las pequeñas dificultades de entendimiento que pueden producirse. Cuando eso es así, mejora el clima familiar de convivencia afectiva.
9. EMPATÍA E INTELIGENCIA EMOCIONAL.
La empatía es la capacidad de entender y comprender los estados de ánimo que nos expresan los demás. Para ser una persona empática es necesario disponer de conductas sociales de escucha activa o atenta, comprender los puntos de vista del otro y, en su caso, prestar apoyo emocional. Frases como “Te comprendo”, “imagino cómo te sentirás”, etc., proporcionan a la otra persona sosiego y alivio de su estado emocional.
Si aprendemos a ser empáticos, preocupándonos y ayudando a los demás amigos, amigas, compañeros y compañeras, estaremos desarrollando a su vez, la competencia social, las habilidades sociales, tan necesarias para las relaciones en la vida diaria y en la convivencia escolar.
¡A TRABAJAR!
¿Qué es la inteligencia emocional?
¿Cómo piensa y qué hace una persona con inteligencia emocional?
Escribe un listado de situaciones que te produzcan emociones positivas.
Escribe un listado de situaciones que te produzcan emociones negativas.
Describe una situación en la que hayas actuado con empatía.
¿Qué sería adecuado hacer cuando sientes enfado, tristeza o miedo?
Hacemos en grupo un esquema del tema.
Completa las frases en tu cuaderno con alguna de las palabras siguientes. Después compara tus respuestas con las de tus compañeros y compañeras. ¿Sentís lo mismo? ¿Qué diferencias hay? ¿A qué las atribuyes?
ALEGRÍA- TRISTEZA-ODIO-FELICIDAD-ENVIDIA- FRUSTRACIÓN-PLACER-VERGÜENZA-AMOR-IRA.
Cuando las cosas no me salen como las había planeado siento...
Cuando la profesora me deja en evidencia delante de los demás siento...
Cuando mi padre y mi madre me hacen un regalo por sorpresa siento...
Cuando veo una injusticia y no puedo hacer nada siento...
Cuando oigo que se ha producido una noticia trágica siento...
Cuando me acarician o me dan un beso siento...
Cuando a mis amigas las cosas les van mejor que a mí siento....
Cuando estoy con las personas que quiero siento...
-Cuando doy un tropezón en mitad del patio siento...
(AA.VV. Valores Éticos 1 eso. Editorial Ecir. Valencia. 2015. Vicenta LLorca Darias)